Durante cinco días sólo se habló en un idioma: cine. Desayunábamos cine, nos asesoraban en cine, comíamos cine, bebíamos con cine, cenábamos cine y continuábamos bebiendo cine... hasta emborracharnos con Tarkovski, Buñuel, Wilder, Chaplin, Allen, Joel & Ethan, Bertolucci, Kaufmann, etc. Por primera vez en mucho tiempo, esas conversaciones que no podía tener con nadie, tuvieron sentido.
Otra cosa que aprendí fue la gran cantidad de cultura cinematográfica QUE NO TENGO. En especial a lo que a cine europeo se refiere. ¡Ya ajustaremos cuentas, Spielberg!
Escritores de otra latitudes -- y un servidor -- tomamos Oaxaca por asalto. En particular cierto antro de 3 x 3 en donde te convencían que había rock y mezcal gratis, con tal de que entraras. Entramos. Y mientras Julieta Ledesma (Argentina) usurpaba la silla del DJ para explicarle a la concurrencia lo que VERDADERAMENTE SIGNIFICABA LA PALABRA ROCK, Lilia Soto tocaba air guitar siguiendo el compás de Bunbury, Soda, Amantes del Silencio y el Tri, pasando por los Doors, Beatles y otros. El mezcal fluyó, y fluyó y fluyó.
Tres días de dolor de cabeza.
Y en mi mente el amigo Orol bailaba su inmortal 'En Nueva York', recordándome que la vida es impredecible, y que, por lo menos la mía, está escrita por alguien con sus habilidades...
CONTINUARÁ...
Por cierto mezcal viene del náhuatl mexcalli, que significa 'pencas de maguey conocidas'.
¿Y ya pasamos la resaca?
ResponderEliminarAtt. El que canceló la comida y que en sus ratos libres visita esta página para ver si ya salió el pan.
Pst. Ya ha pasado un mes. Hace falta el pan, o el mezcal.
ResponderEliminaraqui en michoacán una chava hizo un trabajo sobre mezcal y video algo asi
ResponderEliminarUnabrazo Cecy